Mantenimiento de los muebles de piel.

Los muebles forrados en piel, como los sofás, sillas o mesas, son sinónimo de elegancia. Visten tu hogar de una forma especial y se adaptan a todos los estilos, imprimiendo un toque sofisticado a la decoración. A esto se suma la tendencia actual, de utilizar la piel en complementos, como revisteros, lámparas, bandejas, etc.

Si tenemos en cuenta que la piel es un material orgánico que se reseca y que, además, utilizamos diariamente este mobiliario (en especial los sofás), nos vamos a encontrar con un acelerado deterioro de nuestros muebles de piel.

El sol es enemigo de los muebles de piel, si estos estan expuestos habitualmente a los rayos solares se iran decolorando poco a poco, para que esto no ocurra, coloca persianas venecianas o toldos, en las ventanas próximas. La piel es muy delicada, los excesos de calor o sequedad en el ambiente, ocasionan que se reseque. Por lo tanto, es recomendable que alejes tus muebles de las fuentes de calor, como radiadores o salidas de aire caliente.

Para que tus piezas de decoración hechas en piel, permanezcan durante mucho tiempo, como si fueran nuevas. Debes tener en cuenta estos sencillos consejos de limpieza y mantenimiento:

- Ocasionalmente se puede limpiar los muebles de piel, pasando un paño humedecido en agua y jabón neutro.
- Retira el polvo de los muebles, utilizando la boca fina de la aspiradora.
- Nuestras manos, cabello y ropa, ocasionan que se engrase la piel, por lo que la limpieza constante es imprescindible.
- Ante el resecamiento de la piel de los muebles, se aconseja nutrirlos, con una crema protectora para piel, aproximadamente cada seis meses

Siguiendo estos sencillos consejos, tus muebles y objetos de decoración de piel siempre se verán limpios y relucientes.